Hace 5 años te visité por primera vez, sin saber que al cabo de un tiempo te llamaría casa…
Praga es ese tipo de ciudad que enamora según la ves, es lo más parecido a eso que se llama amor a primera vista. Perderse por sus calles antiguas es volver atrás en el tiempo, y disfrutar de sus coloridos e impresionantes edificios hacen de Praga un museo al aire libre.
Dicen que el destino es caprichoso y por una gran oportunidad que me brindó mi vida profesional, aquí estoy, viviendo en una de las ciudades europeas con más encanto. Sin embargo, ese encanto también se refleja en los adoquines de sus calles antiguas y eso supone llevar siempre un calzado cómodo. Para eso, mis mejores aliadas son mis queridísimas ALOHAS, que me permiten llevar algo de tacón sin perder la comodidad que busco en mi día a día.
Por lo que, si aún no habéis visitado Praga, estáis tardando. Os dejo una pequeña guía por aquí para los que os hayan entrado las ganas de visitarla y os sirva de ayuda.
QUÉ VER Y VISITAR:
Si además os sobra tiempo…
RESTAURANTES LOCALES:
Platos o comida típica: Svíckova, Smazeny Syr, Sopas de todo tipo, Knedliky, Steak Tartar o Carpaccio, Trdelnik con Nutella… y por supuesto, la cerveza.
*Aquí tienen un horario de comidas y cenas diferente al nuestro, por lo que las cocinas suelen cerrar pronto (sobre las 22:00) salvo en algunos restaurantes más turísticos.
OTRAS RECOMENDACIONES:
Espero que este paseo por Praga os haya gustado tanto como a mí.
Un trocito de Nørden desde Praga,
Laura